Friday, March 09, 2007

Los Templarios Parte I (Su Historia Pública 1118-1314)

Nota del coleccionista: A petición del público que los aclama, les traigo la historia de los templarios en dos entregas, en la primera examinando su historia pública desde su fundación hasta su disolución: mientras en la segunda examinaremos al templarismo después de los templarios, a la sociedad secreta, a su ida a las sombras. ¿Mito o realidad histórica?, con los Templarios nunca se sabe.

DEUS VULT (ES LA VOLUNTAD DE DIOS)

Nota del coleccionista: Con esta Introducción a la primera cruzada, la atención es ubicar al lector en las circunstancias que dieron origen a la Orden del Temple, sin embargo, para la absoluta lectura sobre los templarios no es necesario leer este pequeño aparte y se pueden saltar sin problemas al siguiente título.

Corría Noviembre del año 1095, el papa Urbano II se aprestaba a dar el mas importante discurso de su vida en el Concilio de Clermont, frente a una multitud de nobles y clérigos, y bajo el manto de su autoridad como máximo exponente del cristianismo de la época, Urbano II llamaba a todos, ricos y pobres, libres y esclavos, viejo y jóvenes, a empuñar en sus manos las armas y derramar la sangre del impío musulmán que ha osado usurpar la tierra sagrada, todo esto en nombre de Dios y a cambio del perdón total de los pecados y del poder morir con la dignidad de un héroe. Los gritos en el concilio no se hicieron esperar, hondonadas de jubilosos hombres de guerra cansados de las luchas internar gritando al unísono “Deus Vult” es la voluntad de Dios. Nacía la primera cruzada.

Meses después del llamado del papa Urbano, los señores franceses se preparaban, aunque muy lentamente, para afrontar el viaje a tierra santa ante la desesperación de la gente del común que ya quería ir a redimirse con la sangre infiel. Cansado de esperar, un monje, de quien alguien en una crónica escribió “su carisma y su oratoria eran apenas comparables con su nauseabundo olor, que era percibido a la distancia” llamado Pedro el Ermitaño, decidió adelantar su propia cruzada. Reclutando gente de pueblo en pueblo, en su gran mayoría gente pobre, mendigos y campesinos sin ningún entrenamiento militar. Al final, el ejército de “La Cruzada de los Pobres” contó con más de 100.000 combatientes, incluyendo niños, ancianos y mujeres.

La Cruzada de los Pobres comenzó su feliz odisea rumbo a tierra santa, aquellos alegres soldados de Dios, iban de pueblo en pueblo saqueando, amenazando, quemando y asesinando judíos, moros, turcos, cristianos ortodoxos e incluso buenos cristianos obedientes de roma que se negaban a colaborar a la causa divina con sus bienes y riquezas. Fue así como la cruzada de los pobres atravesó Hungría, Bulgaria y fue así como finalmente llegó a Constantinopla.

En Constantinopla reinaba Alexius I, quien al ver llegar tremenda multitud de clasudos hombres del medioevo decidió impedir que entraran a la ciudad primero con la persuasión, luego con el soborno, y finalmente con la fuerza, obligándolos a proseguir su cruzada por el Asia menor, donde él sabía muy bien que encontrarían la muerte segura a manos de los Turcos. Efectivamente la cruzada de los pobres nunca llegó a tierra santa y fue despedazada en el desierto. Los pocos sobrevivientes de este primer intento de cruzada, entre ellos el mismo Pedro, volvieron a Constantinopla donde ya para ese momento, habían arribado la Cruzada de los Príncipes, los soldados.

La cruzada de los príncipes era un ejército mucho mas organizado, numeroso, y con mejores armas. Rápidamente tomaron rumbo a Tierra Santa donde, con la ayuda del Imperio Bizantino que quería recuperar sus otrora territorios, rápidamente empezaron a tener victorias importantes sobre los árabes. El éxito de la primera cruzada se debió en gran parte a la desorganización y peleas internas que había entre los árabes. Los Suníes que dominaban Siria, tenían serias diferencias con los Chiítas que dominaban Tierra Santa, haciendo que unos y otros se aliaran de vez en cuando con los cruzados para vencer al enemigo en común. Finalmente, en Julio 15 del 1099, Jerusalén fue recuperada para los cristianos. Un nuevo reino cristiano nacía para el mundo, Outremer.

EL NACIMIENTO DE LA ORDEN Y LOS PRIMEROS MISTERIOS

Veinte años ha pasado desde la primera cruzada, muchos de los cruzados han regresado con sus familias en Europa y solo unos pocos se quedaron a proteger el territorio, las noticias de la recuperación de Tierra Santa vuela por toda Europa y hondonadas de peregrinos se dirigen a visitar la ciudad sagrada. Pero Outremer era un reino rodeado de enemigos, con muy poca gente defendiéndolo. Los bandidos abundan tanto moros como cristianos y los peregrinos son blanco fácil. Los robos y los asesinatos de grupos enteros de peregrinos se convierten en un acto cotidiano en Outremer.

Nueve hombres decidieron cambiar este triste destino de quienes iban a visitar la tierra de Jesús, sus nombres eran el líder del grupo Hughes de Payens, Geoffrey de St. Omer, Payer de Montdidier, Archambaud de St. Agnan, Andre de Montbard, Geoffrey Bison y dos que se hacían llamar solamente por sus nombres Rossal y Gondamel. Y aquí encontramos el primer gran misterio templario, en todas las actas aparece como que la orden fue fundada por nueve personas, pero solo se nombran a ocho de ellos, ¿quién era el misterioso noveno guerrero y que lo motivaba a permanecer en la oscuridad?

La identidad de este noveno guerrero ha sido asociada a diversos personajes, Hugo Conde de Champagne fue el primero de ellos, algunos mas osados , afirman que el noveno guerrero fue el mismo Rey Salomón, otros afirman que el noveno guerrero era el mismo Crhistian Rosenkreautz, algunos, ven en el noveno guerrero la marca inconfundible del mítico Conde de St. Germain, personajes que pronto serán los invitados principales de nuestra colección.

De Payens y sus aliados expusieron ante el rey Baldwin II su deseo de conformar una Orden dedicada a proteger a los peregrinos y a los lugares sagrados. Misteriosamente Baldwin II inmediatamente aceptó y apoyó la propuesta y acepto su petición de tener como base de operaciones, uno de los lugares mas sagrados de la humanidad, el Monte del Templo. De ahí tomaron su nombre “Los pobres Caballeros de Cristo y del Templo del Rey Salomón”.

EL PODER TEMPLARIO

¿Por qué Baldwin II aceptó asignarles el Monte del Templo? ¿Por qué la orden solicitó operar en tal lugar? El monte del Templo es un lugar sagrado para cristianos, musulmanes judíos, es el lugar donde el Re Salomón edifico el primer templo y donde guardaban el Arca de la Alianza. La historia no oficial dice que los templarios apenas se apoderaron del templo empezaron a excavar y en su interior encontraron un sistema de túneles construidos por los judíos en épocas del primer templo. En aquellos túneles encontraron una reliquia de incalculable valor que los catapultó de ser un pequeño grupo de defensores de peregrinos a la organización más importante a nivel mundial.

¿Qué encontraron?, las respuestas son diversas, algunos piensan que encontraron la mismísima arca de la Alianza, algunos piensan que fue el Santo Grial, otros afirman que encontraron los antiguos Rollos de Cobre del Qumran, que poseían secretos de la antigua Cabala. Lo único cierto es que la Orden del Temple en tan solo 6 años logró lo que muchas no lograron en cientos de años de existencia.

Primero que todo, consiguieron un aliado poderoso, aun más poderoso que el mismo papa, Bernardo de Clairvaux, San Bernardo era la figura más respetada del cristianismo, jamás quiso aceptar la silla papal pues lo suyo era la vida monacal, pero su palabra tenia igual o más fuerza que la del mismo papa y muchas veces el pontífice recurría a su ayuda y aprobación para imponer algún cambio en la Iglesia. Bernardo, acogió a los templarios con exagerado interés, les escribió su libro de normas y comportamientos del buen Templario y su opinión fue suficiente para que los templarios obtuvieran la bendición del papa en el Concilio de Troyes.

Pero la cosa no quedó allí, ante la mirada atónita de las otras órdenes católicas, el papa Inocencio II mediante Bula Papal, declaró a los Templarios como eximidos de cualquier poder eclesiástico o secular y con la autoridad de solo responder ante el papa. Los Templarios, entonces, podían vivir donde quisieran en los reinos cristianos sin pagar impuesto alguno y con la posibilidad de ellos mismos cobrar un impuesto, así mismo, no respondían ante ningún rey u obispo. Tal poder asignado a una orden cuyo único fin era el de proteger los peregrinos parecía exagerada, o al menos, no estaban contando ni la mitad de la historia.

LOS TEMPLARIOS SE CONSOLIDAN

La dualidad de Monjes y guerreros que tenían los Templarios los llenó de popularidad. De toda Europa brotaban los voluntarios para ingresar a la orden, as como las donaciones, los regalos y las prebendas. Ser templario no era fácil, primero se debía tener un origen noble o al menos guerrero, había que renunciar a todas las posesiones terrenales (o, mejor aun, pasarlas a la orden) y se debía entrenar arduamente, para acabar de completar, se debían hacer votos de pobreza piedad y, mas doloroso para cualquier guerrero, de castidad.

Los templarios eran dirigidos localmente por un maestro que tenia a su cargo la conducción de la orden tanto militar como organizacional y financiera. Estos Maestros locales a s vez, eran dirigidos por el Gran Maestro Templario, quien era la cabeza visible de la orden y el gran emisario ante el papa y los reyes. El de Gran Maestro era un puesto vitalicio, pero dado el carácter bélico de la orden, el reinado de un Gran Maestro duraba relativamente poco. El primer gran Maestro Templario fue el mismo Hughes de Payens y en total fueron 23 en la etapa pública de la orden.

El papel de los Templarios en Outremer fue definitivo, en las siguientes cruzadas su participación fue decisiva ya fuera en el éxito en el fracaso. Sus enemigos se multiplicaron en esa época, muchas veces se les acusó de tener tratos secretos con los califas y con organizaciones judías de la región. Muchos los culparon a ellos de las derrotas en las siguientes cruzadas pues al parecer, los caballeros templarios tenían una agenda diferente al del resto de los cruzados. Unas veces, luchaban con fiereza como en la cruzada de San Luís Rey, pero otras veces, como en la Batalla de Hattin, se negaban a participar o simplemente actuaban como amateurs.

Pero la Orden del Temple no era solo una organización bélica, también constituyeron el primer gran banco multinacional de la historia. Muy pronto los hombres descubrieron que se podía ser templario si tener que ir hasta Outremer. Como parte de su protección para los peregrinos, los Templarios fomentaron un complicado sistema de letras de cambio que era típico de la comunidad judía. En este sistema el peregrino daba sus pertenencias a la orden local mas un costo por el servicio, y, al llegar al destino, mediante una carta sellada podría recuperar sus bienes acudiendo a la oficina de la Orden en el lugar del destino. También hacían préstamos a los gobiernos locales.

Apenas 100 años después de fundada la orden, esta ya se mostraba al mundo como la organización más poderosa. Con miles de propiedades en todos los países de Europa, Asia Menor y el norte de África. Entre las reliquias que se creía, poseía la Orden ya fuera por haberlas encontrado en batalla o por haberlas adquirido mediante sus transacciones financieras estaban un pedazo de la verdadera Cruz, la Lanza del destino (la famosa lanza con la que atravesaron a Jesús), el santo sudario (el polémico sudario de Turín fue encontrado en la casa de los descendientes de uno de los últimos templarios Geoffroy de Charny.

Pero de estas reliquias adquiridas, una en especial fue de gran importancia para la Orden, pues su posesión marco el comienzo del fin de la orden como organismo publico. Al parecer en el gran saqueo a Constantinopla, la orden se hizo al control de una imagen, algunos sostienen que un sudario, otros piensan que era una estatua (un busto) mientras que algunos afirman que era una cabeza embalsamada. Los templarios le pusieron a dicha reliquia el nombre de Baphomet.

Baphomet para algunos era el sudario de Jesús, para otros, la cabeza embalsamada de Juan el Bautista, otros dicen que es una imagen de Mahoma y aun otros ven en Baphomet a la cabeza autómata parlante que hizo famoso al papa Silvestre II.

LA CAIDA DE LOS TEMPLARIOS

Guardianes del Grial, poseedores de reliquias incalculables, poderosos banqueros, admirables guerreros respetados incluso por los enemigos, lo cierto es que la organización mas poderosa del mundo en la cima de su poder, desaparecería aun mas rápida y misteriosamente que su misma fundación y consolidación.

En Tierra Santa los árabes, de la mano de Saladin, habían superado sus propias diferencias y en poco tiempo recuperaron a Outremer. Los templaros se vieron entonces
Obligados a retirarse de Jerusalén y paulatinamente fueron movidos más y más al norte, primero a Tortosa, y luego expulsados definitivamente del golfo. En ese momento, los templarios adquirieron la totalidad de la isla de Chipre (obtenida a sangre y fuego del imperio Bizantino en la tercera cruzada) y pusieron allí su centro de operaciones.

Lo que siguió a partir de allí es una historia llena de extrañas coincidencias. En 1285 sube al poder en Francia Felipe IV mejor conocido como Felpe el Hermoso. Con él también ascendió al poder como primer ministro un personaje oscuro llamado Guillaume de Nogaret, De Nogaret era el consejero personal del rey Felipe y para muchos el verdadero poder detrás del Trono.

Y aquí es donde empiezan los actos raros y las coincidencias, primero de Nogaret le sugiere al Rey Felipe hacerse templario, Francia en esos días le debía muchísimo dinero a la orden fruto de la guerra sostenida contra Inglaterra. De Nogaret convenció a Felipe el hermoso que al hacerse templario podría aspirar en un futuro no solo a obtener favores y rebajas de la orden sino además a ser Gran Maestro Templario.

Convencido por su consejero, Felipe mando a llamar al Gran Maestro Jacques de Molay, quien coincidencialmente se encontraba en Francia pues había venido desde Chipre a tratar unos asuntos de la orden. Ante de Molay, Felipe el hermoso solicitó su inclusión como caballero templario y aquí viene la segunda misteriosa coincidencia. Normalmente un rey templario seria el sueño de la orden pero misteriosamente Felipe el hermoso es rechazado dandole un golpe mortal a su honor.

Al mismo tiempo, de Nogaret convencía al rey Felipe de cobrarles impuestos a los clérigos franceses, atrayendo la ira del papa Bonifacio VIII, quien atacó y excomulgo al rey Felipe. Este a su vez respondió, de nuevo aconsejado por de Nogaret, secuestrando y humillando al papa, quien moriría de deshonor (en esa época todavía había gente que moría de deshonor). El sucesor del papa Bonifacio VIII, Benedicto XI, prometía continuar la lucha de s antecesor con la corona Francesa, por eso fue envenenado por De Nogaret apenas 8 meses después de empezar su pontificado. El siguiente papa fue elegido bajo este historial de muertes y humillaciones, por eso no es de extrañar que el elegido fuera Clemente V amigo de la infancia del Rey Felipe y papa de bolsillo del reino de Francia.

Ahora todo estaba alineado, un rey deshonrado por la orden con un papa de bolsillo que incluso había trasladado el papado de Roma a Aviñon. De Nogaret sugirió al rey Felipe vengarse de los templarios.

Lo primero que hizo Clemente fue sugerir que ya que Outremer se había perdido definitivamente a manos de los musulmanes, la orden no tenía razón de ser y por lo tanto, debería reformarse y unirse a los Caballeros Hospitalarios, la propuesta causo mucho malestar en ambas ordenes y fue rápidamente rechazada por ambos Gran Maestros.

Felipe el Hermoso llamó de nuevo a Jacques de Molay para saldar las diferencias, el emisario enviado por los franceses sentía gran simpatía por la Orden y es sabido que trato de avisar al Gran Maestro que ir a Francia seria un gran peligro para él pues la intención del Rey era aprehenderlo. Por alguna extraña razón, de Molay hizo caso omiso se dirigió a Francia.

Mientras tanto el rey había enviado emisarios por toda Francia para dar la orden de, en un día señalado, capturar a todos los caballeros templarios. Esta orden se envió en sobres sellados con varios meses de anticipación, y muchas autoridades locales más leales a la orden que al rey les avisaron del peligro que corrían, pero misteriosamente al igual que de Molay, todos los caballeros siguieron en sus puestos y actuaban como si nada estuviera pasando.

El día señalado llegó, viernes octubre 13 de 1307, este día pasaría a la historia y llegaría hasta nuestros días bajo la creencia en el fatídico viernes 13. Cientos de templarios fueron arrestados simultáneamente en toda Francia, sin ofrecer la menor resistencia. Entre los capturados se encuentra Jacques de Molay. En los siguientes meses, los templarios son sometidos a torturas y obligados a confesar sus pecados.

Los templarios confiesan que para iniciar a un nuevo caballero, este debe pasar por un rito de iniciación que incluye escupir y mearse sobre una cruz, blasfemar acerca del nombre de Dios y tener relaciones homosexuales con algunos hermanos de la orden. Confesaron también adorar a Baphomet y rendirle culto a diario. Nadie confiesa haber hecho estas cosas a nombre propio, pero todos vieron a alguien, a todos les contaron, todos sospechan.

Ante estas confesiones, el papa encontró el camino libre para redactar la bula “Pastoralis Praeeminentiae” que ordenaba a todos los reyes cristianos del mundo a arrestar a todos los caballeros templarios. Muchos reyes acataron la orden con escepticismo y la cumplieron a medias como Portugal y Alemania, o la ignoraron completamente como Inglaterra. Finalmente, en 1312, durante el concilio de Viena y mediante la Bula “Vox in excelso”, Clemente ordena la disolución total de la orden.

Los templarios que confesaban eran perdonados, se les ofrecía un retiro secular o la opción de ingresar a alguna de las otras ordenes, como los Caballeros de Cristo o los mismos Hospitalarios. Los pocos que no confesaron fueron quemados en la Hoguera.

Jacques de Molay es un caso especial, primero confesó, y su confesión fue el sello para el fin de los templarios, pero luego se retractó, declaró la orden como santa y al Rey Francés como enviado de Satanás. En la edad media si había algo peor que un hereje, era u hereje remiso, es decir, un hereje que después de confesar su herejía se retractaba.

Jacques de Molay fue sometido a juicio por remiso y condenado ala hoguera, en presencia del rey y el papa, su sentencia fue leída. Al escuchar su destino, de Molay se dirigió a sus dos enemigos y les dijo “A usted, Rey Felipe, y a usted, Clemente, los sentencio a compadecer ante el tribunal de Cristo en el plazo de un año”. El papa moriría 3 meses después de ejecutado de Molay, y el rey Felipe 10 meses después, ambos de causas naturales. La dinastía de Felipe, llamada Capetiana, que llevaba dirigiendo a Francia 300 años, duro apenas 10 años más después de a maldición echa por Jacques de Molay, de ahí que a Felipe y su descendencia se es conozca como los Reyes Malditos.

La orden desapareció de la faz de la tierra tan rápido como apareció, y nadie hizo nada para evitarlo. ¿Por qué dejaron que esto pasara sin protestar?, ¿era de Nogaret un enemigo de la orden o por el contrario un templario que utilizo el rey para llevar a cabo el plan supremo de la orden? Lo cierto es que la orden decidió irse a las sombras pero muchos piensan que estaba lejos de desaparecer.

CONTINUARA…