Thursday, January 31, 2019

VIAJES TERATOLÓGICOS: KEY WEST


Nota del Coleccionista: De paseo de fin de año decidimos pegarnos una escapada a los cayos de la Florida por el fin de semana. En nuestros planes inicialmente no estaba hacer ningún tipo de paseo “teratológico” pero una combinación de factores (un viaje en bote que nos tocó posponer siendo el mayor culpable) nos llevó a conocer un lado que no sabíamos que existía de estas pequeñas islas.

UN POCO DE HISTORIA

Los cayos de la Florida son unas pequeñas islas de coral que se encuentran al sur de la florida en el comienzo mismo del golfo de México.  Es la región más al sur que se puede acceder por carretera y la parte de USA mas cercana a la isla de Cuba. Durante años fue la morada de las tribus nativa calusas, hasta que en 1513 las islas son descubiertas por Juan Ponce de León,  quien  exploraba esas tierras en busca de la mítica fuente de la eterna juventud que merece tener un tema aparte en esta colección.

Lo cayos en general fueron inicialmente bautizados como “Los mártires” y a la isla más occidental de los cayos se la bautizó Cayo Hueso pues era el lugar que servía como cementerio al aire libre de los nativos calusas.  Ignorados durante casi un siglo, los cayos eran famosos por ser refugio de piratas ya que España, quien ejercía autoridad sobre las tierras en ese momento, no tenía suficiente personal para patrullar las islas. Cuando USA tomó el control de la florida, el US NAVY expulsó a todos los piratas y nativos de las islas y rebautizó Cayo Hueso como Key West.

Los cayos eran un paso obligado en la ruta que conectaba los puertos del golfo de México con Cuba y las Bahamas. Pero al mismo tiempo, los arrecifes de coral presentes en la región eran causantes de todo tipo de accidentes y naufragios. Esto hizo que, por años, Key West prosperara como un puerto con una gran industria de salvamento y reparación de naufragios. En un momento de la historia, Key West era el pueblo con más riqueza de todo USA.

Cuando las técnicas de construcción de las embarcaciones mejoraron y los naufragios se hicieron menos comunes, Key West empezó a sufrir un declive que lo transformó en un puerto olvidado. Sin embargo, la conexión de las islas con el continente  por tierra, primero con una gran línea de ferrocarril que fue destruida por un Huracán en 1935 y luego por la gran carretera interoceánica que existe hasta hoy (hecha famosa por la escena principal de la película True Lies) convirtieron a los cayos en un sitio turístico.

A inicios del siglo XX, Key West se convirtió en refugio de escritores y pintores atraídos por el mar, el clima y la cercanía y al mismo tiempo aislamiento de las principales metrópolis americanas.  Esta tendencia continua hoy, donde Key West sigue siendo un centro de arte que alberga a una importante población LGBT.




DE FANTASMAS Y OVNIS

Key West, con su historia de piratas, naufragios, lucha contra aborígenes y su papel protagónico en las diferentes guerras en las que ha participado USA, desde la guerra contra España hasta la crisis de Bahia Cochinos. es por supuesto hogar de cientos de historias de apariciones y fantasmas.

En nuestro corto viaje solo fuimos a uno de los sitios famosos por la presencia de fantasmas, pero es tal vez el más conocido. Se trata de un viejo fuerte militar a lado de una hermosa playa ubicado en la esquina suroccidental de Key West: Fort Zachary Taylor.

Construido en 1845 junto a Fort Jefferson del que ya hablaremos más adelante, ambos fuertes fueron fundamentales durante la guerra civil.  A pesar que florida se unió a los confederados, los cayos se mantuvieron en la Unión gracias a estos dos fuertes y se convirtieron en una verdadera piedra en el zapato de la confederación pues su presencia cortaba la ruta que llevaba suministros desde el golfo de México a las tropas luchando en la costa este.

Al final, ambos fuertes inspiraban tal respeto y tanta embarcación confederada había naufragado bajo los cañones de barcos de la Unión, que al momento de terminar la guerra ninguno de los fuertes vio batalla directa y los cayos nunca estuvieron en manos confederadas.  Pero este no quiere decir que no hubo muertes en el fuerte, cientos de soldados y capturados detenidos en el fuerte sucumbieron ante enfermedades como la fiebre amarilla y el cólera. También hubo una explosión de una pólvora por el calor que mató a 5 soldados.

Son varios los relatos de turistas y park rangers que han visto y oído apariciones en el fuerte, desde gente cantando al amanecer hasta soldados formados en el parque central del fuerte. También se han visto apariciones de soldados parados sobre áreas específicas del fuerte, una de ellas, incluso, señaló el lugar exacto donde había una caleta con armas de la guerra civil (la mas grande encontrada hasta la fecha). También turistas han afirmado sentir ráfagas de viento helado en las calurosas tarde de agosto. Y celulares que de un momento a otro se descargan.

El otro fuerte que ayudó a mantener a la confederación lejos de los Cayos fue Fort Jefferson, construido sobre unos pequeños islotes llamados Dry Tortugas ubicados a unas 3-4 horas por bote desde Key West. Descubiertas también por Ponce de León, quien las llamó tortugas por la gran cantidad de tortugas marinas que iban a los islotes a depositar sus huevos; el término Dry fue adicionado posteriormente para reflejar el hecho que las islas carecen de fuentes de agua dulce.

Fort Jefferson aun tiene el récord de ser la construcción mas grande hecha de ladrillo en toda América, y al igual que Fort Zachary Taylor, a pesar de no ver batalla directamente el fuerte también tuvo su ración de muertos por enfermedades, especialmente cuando durante la guerra lo convirtieron en una prisión temporal y posteriormente en un sitio para cuarentena. El fuerte fue abandonado tiempo después y por años decayó mientras solo era utilizado como punto de encuentro para pescadores a mar abierto (es famosa la historia de Ernest Hemingway quien tuvo que sobrevivir 17 días en Dry Tortugas al quedar atrapado allí por una tormenta tropical que le impedía regresar a Key West)

Pero curiosamente, Fort Jefferson y Dry tortugas en general tiene un historial de avistamientos, pero a diferencia de Fort Zachary Taylor, estos no son de fantasmas ni de sonidos extraños ni de ráfagas de viento helados; los avistamientos de Dry Tortuga han sido de luces en el cielo que se mueven a gran velocidad: OVNIS.


Dry Tortugas permite a visitantes acampar por la noche, quienes han estado allí afirman que la experiencia es increíble, lejos de toda contaminación luminosa y en un sitio que normalmente tiene baja nubosidad, la cantidad de estrellas que se pueden ver en la noche es majestuosa. Pero varios que han acampado ahí han visto luces moverse a velocidades imposibles para cualquier avión e incluso han visto luces entrar y salir del mar.

ROBERT, EL MUÑECO

Pero sin duda, la joya teratológica de Key West es Robert. A principios del siglo XX, Thomas Otto era uno de los comerciantes más exitosos de Key West, junto a su esposa vivían en una enorme y pintoresca casa en Eaton St., una de las calles principales de Key West. Su único hijo, Robert Eugene Otto, a quien ellos cariñosamente llamaban “Gene”, mostraba visos de ser un niño extremadamente tímido y retraído. En sus primeros años de colegio no había podido entablar amistad con ningún niño y pasaba sus días en casa jugando solo.

Cuentan que los Otto tenían entre su servidumbre a una mujer de origen jamaiquino quien hacía las veces de nana y ama de llaves de la casa. Dicen que ella, cuyo nombre desconocemos hoy, aunque siendo sinceros, pocos nombres de servidumbre pasan a la historia, apareció un día en la casa con un regalo para Gene, un muñeco que en el momento tenía la misma estatura de Gene.  El muñeco se lo había regalado a ella un pretendiente que lo había encontrado en la bodega de un barco. Gene decidió bautizar al muñeco con su propio primer nombre, Robert. Los más escépticos dicen que el muñeco fue en realidad traído a Key West por el abuelo de Gene, quien lo habría adquirido en Alemania. Ninguna de las dos versiones se ha comprobado. Algunos incluso combinan ambas historias y tienen al abuelo de Gene regalándole el muñeco y la nana dándole “poderes” en venganza por haber sido despedida.

Lo cierto es que la conexión entre el niño y su muñeco fue instantánea, Gene llevaba a Robert a donde quiera que él iba, lo sentaba en el comedor, lo vestía con su ropa y dedicaba horas a hablar con él.  Al final, Gene dejó a Robert definitivamente con un vestido de marinero que él había usado. La obsesión de Gene llegó a tal punto que sus padres se empezaron a preocupar, Gene ya no quería ir al colegio por no dejar a Robert solo, voluntariamente evitaba la interacción con otros niños y prefería la casa a visitar el parque o salir a paseos. También, cuando ocurría un daño en la casa y los padres iban a regañar a Gene, este afirmaba que no había sido él el del daño, sino Robert.

La paciencia se le acabó a Thomas quien un día en que Gene estaba particularmente insoportable con su muñeco, decidió quitárselo a la fuerza y encerrarlo en el ático ante la protesta y los gritos de Gene. En las semanas que el muñeco estuvo en el ático, Gene se negaba a comer y a hablar y varios de los empleados de los Otto afirmaban escuchar ruidos en el ático. Un día cualquiera Thomas regresó de trabajar y encontró a Gene jugando con Otto, el niño no tenía forma de acceder al ático por si mismo y los que estaban trabajando en la casa ese día todos negaron que habían sido ellos quienes habían devuelto a Gene su muñeco.

Una tía abuela de Gene, muy religiosa, llegó de visita y cuando se dio cuenta de lo que pasaba comenzó a decirle a Thomas que ese muñeco estaba poseído, que seguramente la nana, quien ya no trabajaba con los Otto, había hecho alguna brujería al muñeco antes de regalárselo a Otto y que debían deshacerse de él de inmediato. La tía abuela y los padres de Genes decidieron esperar al día siguiente que Gene se fuera a la escuela para aprovechar y destruir el muñeco. Esa misma noche la tía abuela murió de un infarto en la casa de su sobrino.

Un plomero afirmaba haber oído a Gene hablando con el muñeco, pero se oía otra voz que no era la de Gene contestándole. Varios vecinos del lugar afirmaban que a veces veían a Robert asomarse por las ventanas. Varios evitaban pasar por el frente de la casa. De tener hasta 6 empleados en una época, los Otto pasaron a tener temporadas enteras en que no encontraban quien quería trabajar para ellos.

El tiempo pasó y Gene se fue a la Universidad mientras Robert volvió a su lugar en el ático. Dicen que fueron años relativamente tranquilos salvo los ocasionales ruidos extraños en el ático. Gene se convirtió en un pintor y escultor y terminando su carrera conoció en Paris a quien se convertiría en su esposa.

Al morir Thomas, y con la mamá de Gene muy enferma con inicios de demencia senil, Gene decidió regresar con su esposa a vivir a la casa donde creció.  La mamá de Gene advirtió a la esposa que no dejara a Robert tomar control sobre Gene pero la esposa lo tomó como un simple producto de la demencia. La mamá murió semanas después.




Los primeros meses todo parecía normal, hasta que un día Gene fue al ático y sacó a Robert de la caja en la que lo habían metido sus padres cuando él se fue. Casi inmediatamente comenzaron de nuevo los problemas para los Otto. Gene empezó a actuar de forma extraña, cada día hablando menos  y pasando horas pintando en su habitación, con Robert sentado al lado de él.

Gene entró en una depresión. Se negaba a salir de la casa y empezó a dormir con Robert sentado en una silla al lado de la cama. Las protestas de la esposa fueron en vano y la relación se deterioró. Cuando la esposa de Gene amenazó con el divorcio, Gene accedió a devolver a Robert al ático. Pero cuando los Otto volvían a la casa, varias veces encontraron a Robert de nuevo sentado en la silla al lado de la cama, o asomado en la ventana.


Gene murió en 1974, su esposa, que sufría de fuertes depresiones y problemas nerviosos, murió apenas meses después. Dicen que la esposa pasó los últimos años en la habitación contigua al ático, desde donde podía asegurarse que el muñeco no fuera a escapar de nuevo.


La casa de los Otto fue adquirida por Myrtle Reuter, una mujer que durante años tuvo a Robert en su casa, ella corrobora muchas de las historias sobre Robert haciendo ruidos y moviéndose de un sitio al otro de la casa.  Pero cuando una nieta de Myrtle se fue a vivir a su casa y empezó a mostrar los comportamientos que habían hecho famoso a Gene, fue que Myrtle decidió deshacerse de él y donó a Robert al museo East Martello, que además exhibe cuadros hechos por Gene. El muñeco es, hoy por hoy, la atracción principal del museo.


Pero las cosas no acabaron ahí, visitantes del museo que tomaban fotos sin pedirle permiso a Robert empezaron a sufrir rachas de mala suerte; divorcios, accidentes, despidos del trabajo; que solo terminaban cuando la persona volvía al museo a pedirle perdón a Robert por escrito.

Las paredes adyacentes a donde se exhibe Robert comenzaron a llenarse de cartas pidiéndole perdón a Robert por haber tomado fotos de él sin su permiso. La cantidad llegó a tal punto que al museo le tocó retirar las cartas y sustituirlas con una pantalla que pasa los mensajes de manera continua. La película de Chucky, el muñeco diabólico fue inspirada en la historia de Robert el muñeco.

Nosotros por supuesto fuimos a East Martello, y por supuesto que le tomamos foto a Robert, la foto que a continuación:




¿Le pedimos permiso antes de tomarle la foto?, por supuesto, no estamos tan locos.




NOTA 1: La casa de los Otto fue convertida en un hotel  llamado The Artist House, así que es posible hoy por hoy, pasar la noche en la misma casa que fue hogar de Robert por más de 70 años




NOTA 2: Caminando por las calles de Key West, encontramos el templo masónico del pueblo, luz roja y tales.