Nota del
Coleccionista: De
paseo de fin de año decidimos pegarnos una escapada a los cayos de la Florida
por el fin de semana. En nuestros planes inicialmente no estaba hacer ningún
tipo de paseo “teratológico” pero una combinación de factores (un viaje en bote
que nos tocó posponer siendo el mayor culpable) nos llevó a conocer un lado que
no sabíamos que existía de estas pequeñas islas.
UN POCO DE HISTORIA
Los cayos de la Florida son unas pequeñas islas
de coral que se encuentran al sur de la florida en el comienzo mismo del golfo
de México. Es la región más al sur que
se puede acceder por carretera y la parte de USA mas cercana a la isla de Cuba.
Durante años fue la morada de las tribus nativa calusas, hasta que en 1513 las islas son
descubiertas por Juan Ponce de León, quien exploraba
esas tierras en busca de la mítica fuente de la eterna juventud que merece
tener un tema aparte en esta colección.
Lo cayos en general fueron inicialmente
bautizados como “Los mártires” y a la isla más occidental de los cayos se la
bautizó Cayo Hueso pues era el lugar que servía como cementerio al aire libre de
los nativos calusas. Ignorados durante
casi un siglo, los cayos eran famosos por ser refugio de piratas ya que España,
quien ejercía autoridad sobre las tierras en ese momento, no tenía suficiente
personal para patrullar las islas. Cuando USA tomó el control de la florida, el
US NAVY expulsó a todos los piratas y nativos de las islas y rebautizó Cayo
Hueso como Key West.
Los cayos eran un paso obligado en la ruta que
conectaba los puertos del golfo de México con Cuba y las Bahamas. Pero al mismo
tiempo, los arrecifes de coral presentes en la región eran causantes de todo
tipo de accidentes y naufragios. Esto hizo que, por años, Key West prosperara
como un puerto con una gran industria de salvamento y reparación de naufragios.
En un momento de la historia, Key West era el pueblo con más riqueza de todo
USA.
Cuando las técnicas de construcción de las
embarcaciones mejoraron y los naufragios se hicieron menos comunes, Key West
empezó a sufrir un declive que lo transformó en un puerto olvidado. Sin
embargo, la conexión de las islas con el continente por tierra, primero con una gran línea de
ferrocarril que fue destruida por un Huracán en 1935 y luego por la gran
carretera interoceánica que existe hasta hoy (hecha famosa por la escena
principal de la película True
Lies) convirtieron a los cayos en un sitio turístico.
A inicios del siglo XX, Key West se convirtió
en refugio de escritores y pintores atraídos por el mar, el clima y la cercanía
y al mismo tiempo aislamiento de las principales metrópolis americanas. Esta tendencia continua hoy, donde Key West
sigue siendo un centro de arte que alberga a una importante población LGBT.
DE FANTASMAS Y OVNIS
En nuestro corto viaje solo fuimos a uno de los
sitios famosos por la presencia de fantasmas, pero es tal vez el más conocido.
Se trata de un viejo fuerte militar a lado de una hermosa playa ubicado en la
esquina suroccidental de Key West: Fort Zachary Taylor.
Construido en 1845 junto a Fort Jefferson del
que ya hablaremos más adelante, ambos fuertes fueron fundamentales durante la
guerra civil. A pesar que florida se
unió a los confederados, los cayos se mantuvieron en la Unión gracias a estos
dos fuertes y se convirtieron en una verdadera piedra en el zapato de la
confederación pues su presencia cortaba la ruta que llevaba suministros desde
el golfo de México a las tropas luchando en la costa este.

Son varios los relatos de turistas y park
rangers que han visto y oído apariciones en el fuerte, desde gente cantando al
amanecer hasta soldados formados en el parque central del fuerte. También se
han visto apariciones de soldados parados sobre áreas específicas del fuerte, una
de ellas, incluso, señaló el lugar exacto donde había una caleta con armas de
la guerra civil (la mas grande encontrada hasta la fecha). También turistas han
afirmado sentir ráfagas de viento helado en las calurosas tarde de agosto. Y
celulares que de un momento a otro se descargan.
El otro fuerte que ayudó a mantener a la
confederación lejos de los Cayos fue Fort Jefferson, construido sobre unos
pequeños islotes llamados Dry Tortugas ubicados a unas 3-4 horas por bote desde
Key West. Descubiertas también por Ponce de León, quien las llamó tortugas por
la gran cantidad de tortugas marinas que iban a los islotes a depositar sus
huevos; el término Dry fue adicionado posteriormente para reflejar el hecho que
las islas carecen de fuentes de agua dulce.
Fort Jefferson aun tiene el récord de ser la
construcción mas grande hecha de ladrillo en toda América, y al igual que Fort
Zachary Taylor, a pesar de no ver batalla directamente el fuerte también tuvo
su ración de muertos por enfermedades, especialmente cuando durante la guerra
lo convirtieron en una prisión temporal y posteriormente en un sitio para
cuarentena. El fuerte fue abandonado tiempo después y por años decayó mientras
solo era utilizado como punto de encuentro para pescadores a mar abierto (es
famosa la historia de Ernest
Hemingway quien tuvo que sobrevivir 17 días en Dry Tortugas al quedar atrapado
allí por una tormenta tropical que le impedía regresar a Key West)
Pero curiosamente, Fort Jefferson y Dry tortugas
en general tiene un historial de avistamientos, pero a diferencia de Fort
Zachary Taylor, estos no son de fantasmas ni de sonidos extraños ni de ráfagas
de viento helados; los avistamientos de Dry Tortuga han sido de luces en el
cielo que se mueven a gran velocidad: OVNIS.
ROBERT, EL MUÑECO
Pero sin duda, la joya teratológica de Key West
es Robert. A principios del siglo XX, Thomas Otto era uno de los comerciantes
más exitosos de Key West, junto a su esposa vivían en una enorme y pintoresca
casa en Eaton St., una de las calles principales de Key West. Su único hijo,
Robert Eugene Otto, a quien ellos cariñosamente llamaban “Gene”, mostraba visos
de ser un niño extremadamente tímido y retraído. En sus primeros años de
colegio no había podido entablar amistad con ningún niño y pasaba sus días en
casa jugando solo.
Cuentan que los Otto tenían entre su
servidumbre a una mujer de origen jamaiquino quien hacía las veces de nana y
ama de llaves de la casa. Dicen que ella, cuyo nombre desconocemos hoy, aunque
siendo sinceros, pocos nombres de servidumbre pasan a la historia, apareció un
día en la casa con un regalo para Gene, un muñeco que en el momento tenía la
misma estatura de Gene. El muñeco se lo
había regalado a ella un pretendiente que lo había encontrado en la bodega de
un barco. Gene decidió bautizar al muñeco con su propio primer nombre, Robert.
Los más escépticos dicen que el muñeco fue en realidad traído a Key West por el
abuelo de Gene, quien lo habría adquirido en Alemania. Ninguna de las dos
versiones se ha comprobado. Algunos incluso combinan ambas historias y tienen
al abuelo de Gene regalándole el muñeco y la nana dándole “poderes” en venganza
por haber sido despedida.

La paciencia se le acabó a Thomas quien un día
en que Gene estaba particularmente insoportable con su muñeco, decidió
quitárselo a la fuerza y encerrarlo en el ático ante la protesta y los gritos
de Gene. En las semanas que el muñeco estuvo en el ático, Gene se negaba a
comer y a hablar y varios de los empleados de los Otto afirmaban escuchar
ruidos en el ático. Un día cualquiera Thomas regresó de trabajar y encontró a
Gene jugando con Otto, el niño no tenía forma de acceder al ático por si mismo
y los que estaban trabajando en la casa ese día todos negaron que habían sido
ellos quienes habían devuelto a Gene su muñeco.
Una tía abuela de Gene, muy religiosa, llegó de
visita y cuando se dio cuenta de lo que pasaba comenzó a decirle a Thomas que
ese muñeco estaba poseído, que seguramente la nana, quien ya no trabajaba con
los Otto, había hecho alguna brujería al muñeco antes de regalárselo a Otto y
que debían deshacerse de él de inmediato. La tía abuela y los padres de Genes
decidieron esperar al día siguiente que Gene se fuera a la escuela para
aprovechar y destruir el muñeco. Esa misma noche la tía abuela murió de un
infarto en la casa de su sobrino.
Un plomero afirmaba haber oído a Gene hablando
con el muñeco, pero se oía otra voz que no era la de Gene contestándole. Varios
vecinos del lugar afirmaban que a veces veían a Robert asomarse por las
ventanas. Varios evitaban pasar por el frente de la casa. De tener hasta 6
empleados en una época, los Otto pasaron a tener temporadas enteras en que no
encontraban quien quería trabajar para ellos.

Al morir Thomas, y con la mamá de Gene muy
enferma con inicios de demencia senil, Gene decidió regresar con su esposa a
vivir a la casa donde creció. La mamá de
Gene advirtió a la esposa que no dejara a Robert tomar control sobre Gene pero
la esposa lo tomó como un simple producto de la demencia. La mamá murió semanas
después.
Los primeros meses todo parecía normal, hasta que
un día Gene fue al ático y sacó a Robert de la caja en la que lo habían metido
sus padres cuando él se fue. Casi inmediatamente comenzaron de nuevo los
problemas para los Otto. Gene empezó a actuar de forma extraña, cada día
hablando menos y pasando horas pintando
en su habitación, con Robert sentado al lado de él.
Gene entró en una depresión. Se negaba a salir
de la casa y empezó a dormir con Robert sentado en una silla al lado de la
cama. Las protestas de la esposa fueron en vano y la relación se deterioró.
Cuando la esposa de Gene amenazó con el divorcio, Gene accedió a devolver a
Robert al ático. Pero cuando los Otto volvían a la casa, varias veces
encontraron a Robert de nuevo sentado en la silla al lado de la cama, o asomado
en la ventana.
Gene murió en 1974, su esposa, que sufría de
fuertes depresiones y problemas nerviosos, murió apenas meses después. Dicen
que la esposa pasó los últimos años en la habitación contigua al ático, desde
donde podía asegurarse que el muñeco no fuera a escapar de nuevo.

La casa de los Otto fue adquirida por Myrtle Reuter, una mujer que durante años tuvo a Robert en su casa, ella corrobora muchas de las historias sobre Robert haciendo ruidos y moviéndose de un sitio al otro de la casa. Pero cuando una nieta de Myrtle se fue a vivir a su casa y empezó a mostrar los comportamientos que habían hecho famoso a Gene, fue que Myrtle decidió deshacerse de él y donó a Robert al museo East Martello, que además exhibe cuadros hechos por Gene. El muñeco es, hoy por hoy, la atracción principal del museo.
Pero las cosas no acabaron ahí, visitantes del
museo que tomaban fotos sin pedirle permiso a Robert empezaron a sufrir rachas
de mala suerte; divorcios, accidentes, despidos del trabajo; que solo
terminaban cuando la persona volvía al museo a pedirle perdón a Robert por
escrito.
Las paredes adyacentes a donde se exhibe Robert
comenzaron a llenarse de cartas pidiéndole perdón a Robert por haber tomado
fotos de él sin su permiso. La cantidad llegó a tal punto que al museo le tocó
retirar las cartas y sustituirlas con una pantalla que pasa los mensajes de
manera continua. La película de Chucky, el muñeco diabólico fue inspirada en la
historia de Robert el muñeco.
Nosotros por supuesto fuimos a East Martello, y
por supuesto que le tomamos foto a Robert, la foto que a continuación:
¿Le pedimos permiso antes de tomarle la foto?, por supuesto, no estamos tan locos.
¿Le pedimos permiso antes de tomarle la foto?, por supuesto, no estamos tan locos.
NOTA 1: La casa de los Otto fue convertida en
un hotel llamado The Artist House, así
que es posible hoy por hoy, pasar la noche en la misma casa que fue hogar de Robert
por más de 70 años
NOTA 2: Caminando por las calles de Key West,
encontramos el templo masónico del pueblo, luz roja y tales.