DEUS VULT (ES LA VOLUNTAD DE DIOS)
Corría Noviembre del año 1095, el papa Urbano II se aprestaba a dar el mas importante discurso de su vida en el Concilio de Clermont, frente a una multitud de nobles y clérigos, y bajo el manto de su autoridad como máximo exponente del cristianismo de la época, Urbano II llamaba a todos, ricos y pobres, libres y esclavos, viejo y jóvenes, a empuñar en sus manos las armas y derramar la sangre del impío musulmán que ha osado usurpar la tierra sagrada, todo esto en nombre de Dios y a cambio del perdón total de los pecados y del poder morir con la dignidad de un héroe. Los gritos en el concilio no se hicieron esperar, hondonadas de jubilosos hombres de guerra cansados de las luchas internar gritando al unísono “Deus Vult” es la voluntad de Dios. Nacía la primera cruzada.
La Cruzada de los Pobres comenzó su feliz odisea rumbo a tierra santa, aquellos alegres soldados de Dios, iban de pueblo en pueblo saqueando, amenazando, quemando y asesinando judíos, moros, turcos, cristianos ortodoxos e incluso buenos cristianos obedientes de roma que se negaban a colaborar a la causa divina con sus bienes y riquezas. Fue así como la cruzada de los pobres atravesó Hungría, Bulgaria y fue así como finalmente llegó a Constantinopla.
En Constantinopla reinaba Alexius I, quien al ver llegar tremenda multitud de clasudos hombres del medioevo decidió impedir que entraran a la ciudad primero con la persuasión, luego con el soborno, y finalmente con la fuerza, obligándolos a proseguir su cruzada por el Asia menor, donde él sabía muy bien que encontrarían la muerte segura a manos de los Turcos. Efectivamente la cruzada de los pobres nunca llegó a tierra santa y fue despedazada en el desierto. Los pocos sobrevivientes de este primer intento de cruzada, entre ellos el mismo Pedro, volvieron a Constantinopla donde ya para ese momento, habían arribado la Cruzada de los Príncipes, los soldados.
EL NACIMIENTO DE LA ORDEN Y LOS PRIMEROS MISTERIOS
Veinte años ha pasado desde la primera cruzada, muchos de los cruzados han regresado con sus familias en Europa y solo unos pocos se quedaron a proteger el territorio, las noticias de la recuperación de Tierra Santa vuela por toda Europa y hondonadas de peregrinos se dirigen a visitar la ciudad sagrada. Pero Outremer era un reino rodeado de enemigos, con muy poca gente defendiéndolo. Los bandidos abundan tanto moros como cristianos y los peregrinos son blanco fácil. Los robos y los asesinatos de grupos enteros de peregrinos se convierten en un acto cotidiano en Outremer.
La identidad de este noveno guerrero ha sido asociada a diversos personajes, Hugo Conde de Champagne fue el primero de ellos, algunos mas osados , afirman que el noveno guerrero fue el mismo Rey Salomón, otros afirman que el noveno guerrero era el mismo Crhistian Rosenkreautz, algunos, ven en el noveno guerrero la marca inconfundible del mítico Conde de St. Germain, personajes que pronto serán los invitados principales de nuestra colección.
De Payens y sus aliados expusieron ante el rey Baldwin II su deseo de conformar una Orden dedicada a proteger a los peregrinos y a los lugares sagrados. Misteriosamente Baldwin II inmediatamente aceptó y apoyó la propuesta y acepto su petición de tener como base de operaciones, uno de los lugares mas sagrados de la humanidad, el Monte del Templo. De ahí tomaron su nombre “Los pobres Caballeros de Cristo y del Templo del Rey Salomón”.
EL PODER TEMPLARIO
¿Qué encontraron?, las respuestas son diversas, algunos piensan que encontraron la mismísima arca de la Alianza, algunos piensan que fue el Santo Grial, otros afirman que encontraron los antiguos Rollos de Cobre del Qumran, que poseían secretos de la antigua Cabala. Lo único cierto es que la Orden del Temple en tan solo 6 años logró lo que muchas no lograron en cientos de años de existencia.
Pero la cosa no quedó allí, ante la mirada atónita de las otras órdenes católicas, el papa Inocencio II mediante Bula Papal, declaró a los Templarios como eximidos de cualquier poder eclesiástico o secular y con la autoridad de solo responder ante el papa. Los Templarios, entonces, podían vivir donde quisieran en los reinos cristianos sin pagar impuesto alguno y con la posibilidad de ellos mismos cobrar un impuesto, así mismo, no respondían ante ningún rey u obispo. Tal poder asignado a una orden cuyo único fin era el de proteger los peregrinos parecía exagerada, o al menos, no estaban contando ni la mitad de la historia.
LOS TEMPLARIOS SE CONSOLIDAN
Los templarios eran dirigidos localmente por un maestro que tenia a su cargo la conducción de la orden tanto militar como organizacional y financiera. Estos Maestros locales a s vez, eran dirigidos por el Gran Maestro Templario, quien era la cabeza visible de la orden y el gran emisario ante el papa y los reyes. El de Gran Maestro era un puesto vitalicio, pero dado el carácter bélico de la orden, el reinado de un Gran Maestro duraba relativamente poco. El primer gran Maestro Templario fue el mismo Hughes de Payens y en total fueron 23 en la etapa pública de la orden.
El papel de los Templarios en Outremer fue definitivo, en las siguientes cruzadas su participación fue decisiva ya fuera en el éxito en el fracaso. Sus enemigos se multiplicaron en esa época, muchas veces se les acusó de tener tratos secretos con los califas y con organizaciones judías de la región. Muchos los culparon a ellos de las derrotas en las siguientes cruzadas pues al parecer, los caballeros templarios tenían una agenda diferente al del resto de los cruzados. Unas veces, luchaban con fiereza como en la cruzada de San Luís Rey, pero otras veces, como en la Batalla de Hattin, se negaban a participar o simplemente actuaban como amateurs.
Pero de estas reliquias adquiridas, una en especial fue de gran importancia para la Orden, pues su posesión marco el comienzo del fin de la orden como organismo publico. Al parecer en el gran saqueo a Constantinopla, la orden se hizo al control de una imagen, algunos sostienen que un sudario, otros piensan que era una estatua (un busto) mientras que algunos afirman que era una cabeza embalsamada. Los templarios le pusieron a dicha reliquia el nombre de Baphomet.
Baphomet para algunos era el sudario de Jesús, para otros, la cabeza embalsamada de Juan el Bautista, otros dicen que es una imagen de Mahoma y aun otros ven en Baphomet a la cabeza autómata parlante que hizo famoso al papa Silvestre II.
LA CAIDA DE LOS TEMPLARIOS
Guardianes del Grial, poseedores de reliquias incalculables, poderosos banqueros, admirables guerreros respetados incluso por los enemigos, lo cierto es que la organización mas poderosa del mundo en la cima de su poder, desaparecería aun mas rápida y misteriosamente que su misma fundación y consolidación.
En Tierra Santa los árabes, de la mano de Saladin, habían superado sus propias diferencias y en poco tiempo recuperaron a Outremer. Los templaros se vieron entonces
Obligados a retirarse de Jerusalén y paulatinamente fueron movidos más y más al norte, primero a Tortosa, y luego expulsados definitivamente del golfo. En ese momento, los templarios adquirieron la totalidad de la isla de Chipre (obtenida a sangre y fuego del imperio Bizantino en la tercera cruzada) y pusieron allí su centro de operaciones.
Y aquí es donde empiezan los actos raros y las coincidencias, primero de Nogaret le sugiere al Rey Felipe hacerse templario, Francia en esos días le debía muchísimo dinero a la orden fruto de la guerra sostenida contra Inglaterra. De Nogaret convenció a Felipe el hermoso que al hacerse templario podría aspirar en un futuro no solo a obtener favores y rebajas de la orden sino además a ser Gran Maestro Templario.
Al mismo tiempo, de Nogaret convencía al rey Felipe de cobrarles impuestos a los clérigos franceses, atrayendo la ira del papa Bonifacio VIII, quien atacó y excomulgo al rey Felipe. Este a su vez respondió, de nuevo aconsejado por de Nogaret, secuestrando y humillando al papa, quien moriría de deshonor (en esa época todavía había gente que moría de deshonor). El sucesor del papa Bonifacio VIII, Benedicto XI, prometía continuar la lucha de s antecesor con la corona Francesa, por eso fue envenenado por De Nogaret apenas 8 meses después de empezar su pontificado. El siguiente papa fue elegido bajo este historial de muertes y humillaciones, por eso no es de extrañar que el elegido fuera Clemente V amigo de la infancia del Rey Felipe y papa de bolsillo del reino de Francia.
Ahora todo estaba alineado, un rey deshonrado por la orden con un papa de bolsillo que incluso había trasladado el papado de Roma a Aviñon. De Nogaret sugirió al rey Felipe vengarse de los templarios.
Lo primero que hizo Clemente fue sugerir que ya que Outremer se había perdido definitivamente a manos de los musulmanes, la orden no tenía razón de ser y por lo tanto, debería reformarse y unirse a los Caballeros Hospitalarios, la propuesta causo mucho malestar en ambas ordenes y fue rápidamente rechazada por ambos Gran Maestros.
Mientras tanto el rey había enviado emisarios por toda Francia para dar la orden de, en un día señalado, capturar a todos los caballeros templarios. Esta orden se envió en sobres sellados con varios meses de anticipación, y muchas autoridades locales más leales a la orden que al rey les avisaron del peligro que corrían, pero misteriosamente al igual que de Molay, todos los caballeros siguieron en sus puestos y actuaban como si nada estuviera pasando.
El día señalado llegó, viernes octubre 13 de 1307, este día pasaría a la historia y llegaría hasta nuestros días bajo la creencia en el fatídico viernes 13. Cientos de templarios fueron arrestados simultáneamente en toda Francia, sin ofrecer la menor resistencia. Entre los capturados se encuentra Jacques de Molay. En los siguientes meses, los templarios son sometidos a torturas y obligados a confesar sus pecados.
Los templarios confiesan que para iniciar a un nuevo caballero, este debe pasar por un rito de iniciación que incluye escupir y mearse sobre una cruz, blasfemar acerca del nombre de Dios y tener relaciones homosexuales con algunos hermanos de la orden. Confesaron también adorar a Baphomet y rendirle culto a diario. Nadie confiesa haber hecho estas cosas a nombre propio, pero todos vieron a alguien, a todos les contaron, todos sospechan.
Los templarios que confesaban eran perdonados, se les ofrecía un retiro secular o la opción de ingresar a alguna de las otras ordenes, como los Caballeros de Cristo o los mismos Hospitalarios. Los pocos que no confesaron fueron quemados en la Hoguera.
Jacques de Molay es un caso especial, primero confesó, y su confesión fue el sello para el fin de los templarios, pero luego se retractó, declaró la orden como santa y al Rey Francés como enviado de Satanás. En la edad media si había algo peor que un hereje, era u hereje remiso, es decir, un hereje que después de confesar su herejía se retractaba.
La orden desapareció de la faz de la tierra tan rápido como apareció, y nadie hizo nada para evitarlo. ¿Por qué dejaron que esto pasara sin protestar?, ¿era de Nogaret un enemigo de la orden o por el contrario un templario que utilizo el rey para llevar a cabo el plan supremo de la orden? Lo cierto es que la orden decidió irse a las sombras pero muchos piensan que estaba lejos de desaparecer.
CONTINUARA…