Tuesday, January 22, 2013

PROYECTOS TERATOLÓGICOS DE LA SEGUNDA GUERRA MUNDIAL: PARTE I LOS ALIADOS



Nota del Coleccionista: La Segunda Guerra Mundial, que cubrió una buena parte del planeta entre 1939 hasta 1945, fue el conflicto armado más extenso y sangriento de la humanidad. Alrededor de 73 millones de personas murieron en él a manos del eje liderado por la Alemania Nazi, la Italia Fascista y el imperio Japonés; o a manos de los aliados liderados por la Unión Soviética de Stalin, la Inglaterra de Churchill y posteriormente los Estados Unidos liderados por Franklin D. Roosevelt.

Una de las razones por las que esta guerra fue especialmente devastadora es porque ocurrió en medio de una revolución tecnológica que la humanidad no había visto hasta entonces. La revolución industrial ya había convertido la primera guerra mundial en una guerra de trincheras, e incluso las armas de destrucción masiva ya habían hecho su aparición en este conflicto, pero para la segunda guerra ya muchas de estas armas llevaban 30 años más de desarrollo y sus efectos eran mucho más letales.

Ambos lados del conflicto comprendieron rápidamente que aquel que tuviera la delantera en la tecnología sería el seguro ganador y por eso ambos lados gastaron sumas enormes de dinero en proyectos militares con la finalidad de desarrollar el arma perfecta, la que acabaría con la guerra. No es casualidad pues, que la guerra terminara cuando Estados Unidos demuestra el poder de las armas nucleares.

Pero para llegar a ese punto, ambos lados del conflicto dieron luz verde a proyectos verdaderamente teratológicos, ideas completamente fuera de lo común con resultados relativos. Este es el primero de dos artículos, uno dedicado a los aliados y el otro al eje, y los proyectos locos en los que participaron durante la gran guerra, a diferencia de otros escritos de este blog como “La conspiración Nazi Lunar Antártica Parte I y II” estos son proyectos que están documentados y que de verdad existieron. Bienvenidos pues a la teratología de la segunda guerra mundial.

‘SANTAS BATI BOMBAS BATMAN”

Contrario a lo que muchos pensábamos, Batman no fue el primero en utilizar los mamíferos voladores como armas contra los enemigos, antes de que Oppenheimer apareciera con la bomba atómica, el arma secreta de USA para atacar las ciudades japonesas consistía en un ejército de murciélagos kamikazes.

La idea nació en la cabeza de un odontólogo llamado Lytle S. Adams quien era amigo personal de la primera dama de Estados Unidos. Un día en medio de un coctel le comentó a ella que había estado leyendo sobre la arquitectura y construcción de las casas japonesas y se había dado cuenta que eran especialmente susceptibles al fuego, ya que en su mayoría estaban hechas de papel y madera. El dijo que era posible destruir una ciudad completa si bombas incendiarias llegaban a cada casa. El problema era dirigir estas bombas.

La respuesta, según él estaba en la naturaleza, los murciélagos tienen ciertas características especiales que se podían aprovechar, primero son capaces de volar levantando aun mas de su propio peso (madres normalmente cargan a sus hijos durante vuelos), también se reproducen rápidamente y su consumo de alimentos es limitado, pero más importante, los murciélagos son animales nocturnos y buscan refugio dentro de los edificios cuando empieza a salir el sol.  El proyecto entonces era muy sencillo, pegar unas pequeñas bombas de Napalm a cientos de miles de murciélagos, meterlos todos dentro de un conteiner y lanzar el conteiner desde un bombardero haciendo que este se abra a cierta altura liberando los murciélagos justo antes del amanecer.  De esta forma los murciélagos al sentir el amanecer cerca  empezarán a buscar refugios en los distintos edificios y casas de la ciudad llevando las bombas incendiarias que se detonarán después de cierto tiempo.

El proyecto llegó a oídos del presidente quien le pidió a Adams pasarlo por escrito. El proyecto fue aprobado y asignado a la Fuerza Aérea del Army (aun no funcionaba como una rama de las fuerzas armadas independiente) quien trasladó un grupo de biólogos, físicos e ingenieros a la base aérea de Carlsbad, Nuevo México.  El proyecto fue tomado tan en serio, que las pequeñas bombas de Napalm fueron diseñadas por la persona que inventó el uso militar del Napalm, Luis Fesier.  Para marzo de 1943 ya la especie de murciélago que se iba a utilizar se había escogido, el murciélago cola de ratón, y los primeros experimentos eran ya ejecutados.

En Mayo 15 de 1943, un grupo de estos pequeños kamikazes escaparon del laboratorio y fueron a esconderse debajo de un tanque de combustible creando una explosión que destruyó parte de la base, este accidente detuvo el avance del proyecto pero por otro lado probó que si podría funcionar. El proyecto fue reasignado al Navy y sus operaciones se movieron a California. En 1944, el sistema se probó en la Villa Japonesa, una réplica de un pueblo japonés construido en el desierto de Utah. Las pruebas al parecer fueron satisfactorias.

Pese a los logros el proyecto fue archivado por que se calculaba que solo estaría listo para usarse a finales de 1945, pero ya para esa época, la bomba atómica se convirtió en el proyecto principal que requería toda la atención. Aun hay unos que piensan, que los pequeños kamikazes hubieran podido acabar la guerra con mucha menos pérdida de vidas.



EL GRAN PANJANDRUM



La fuerza Naval de la gran Bretaña tenía un grupo especializado en desarrollar nuevas armas, algunas de ellas exitosas, otras con resultados variables, pero pocas sobresalen por ser locas y hasta ridículas como el gran Panjandrum.

El problema era el siguiente, la Gran Bretaña quería desarrollar un arma capaz de penetrar el muro del atlántico, una serie de fortificaciones desde noruega hasta España que protegían la costa de una invasión inglesa. Se necesitaba un arma capaz de crear un hueco en el muro tan grande que permitiera la entrada de tanques de guerra desde la costa.

A alguien se le ocurrió una solución propia del coyote y el correcaminos, un carrete de los que se usan para enrollar cable sirvió como inspiración, pues el gran Panjandrum no era más que un carrete gigante con llantas de madera, impulsado por unos cohetes y cuyo tambor interior iba cargado de explosivos.

Con solo ver la foto de semejante aparato puede uno apreciar que no era la mata de la estabilidad, en más de una ocasión uno de los cohetes salía a volar haciendo que el tambor girara en direcciones erráticas y el Gran Panjandrum terminaba  en un sitio completamente diferente al supuesto.

Las cosas se complicaron más cuando se hicieron las primeras pruebas en la playa pues la presencia de público civil que se quedaba a mirar a pesar de las advertencias incrementaba el riesgo de accidentes del proyecto. Después de intentar poniendo una tercera rueda estabilizadora y una serie de cables para mantener el aparato en curso, el proyecto fue cancelado cuando la última prueba del Gran Panjandrum terminó en oficiales y civiles corriendo por sus vidas huyendo de cohetes volando en todas direcciones  y un carrete cargado de explosivos dirigiéndose erráticamente hacia el mar y explotando frente a las costas de Gran Bretaña.

Algunos afirman que el proyecto en realidad era un engaño y hacía parte de un proyecto para  hacerle creer a los alemanes que Inglaterra quería invadir  el continente en Calais donde las fortificaciones eran más fuertes pero la ruta para llegar era más corta, en vez de Normandía donde las fortificaciones eran de menor tamaño. Sea como sea, el proyecto pasará a la historia por su alto grado de hilaridad. Recientemente conmemorando los 65 años del fin de la guerra, un nuevo Gran Panjandrum cargado de pólvora fue lanzado



EL PROYECTO ORCON

Este proyecto, llamado inicialmente el proyecto Paloma,  es muy parecido al proyecto de las bati bombas, pero el sistema que utilizaba era fundamentalmente diferente, por esa razón merece un espacio en sí mismo. La idea parte básicamente del mismo problema de las bati bombas, la necesidad de dirigir los explosivos a ciertos objetivos y así evitar el desperdicio de explosivos (80% de los explosivos utilizados en la segunda guerra fueron desperdiciados en terrenos donde no había objetivo alguno.  Uno de los psicólogos más influyentes del siglo 20, B. F. Skinner  , vino al rescate con una ingeniosa idea, utilizar palomas como sistema guía de misiles.

A diferencia de las bati bombas, esta vez las palomas no llevarían mini misiles en las patas, sino que más bien actuarían como los pilotos de los misiles.  Entrenadas para picotear un objetivo en una pantalla, se les encerraría dentro del misil en un pequeño compartimento con una pantalla táctil mostrando hacia dónde va el misil y el objetivo en la pantalla, dependiendo de donde picotee la paloma un circuito electrónico compensaría para tratar de acomodar el objetivo en el centro de la pantalla y así dirigir el misil. Para mayor seguridad y redundancia cada misil usaría tres palomas para hacer la información más acertada y compensar en caso de que una de las palomas picoteara equivocadamente.

Las palomas eran entrenadas en condiciones estresantes de guerra, acostumbradas al sonido a las altas gravedades y la presión, eran palomas sazonadas ya en el arte del combate y tenían la determinación de un kamikaze japonés sin familia a quien compensar por la pérdida.

¿Qué salió mal?, en realidad nada salió mal, las pruebas que hizo Skinner fueron en su gran mayoría exitosa y él siempre se quejó de que la única razón por la que el proyecto nunca fue implementado fue porque muy pocos lo tomaron en serio.  El sistema  parecía funcionar y era a prueba de cualquier método de bloqueo del sistema guía, pero tenía un problema, ¡era un verriondo pájaro manejando un misil!

En realidad sí tenía ciertas objeciones el proyecto, en primer lugar al usar un sistema óptico de guía era necesario lanzar el misil desde una posición cercana al objetivo y de día, también algunos citaban el tiempo que se necesitaba para entrenar las palomas como un tiempo prohibitivo en época de guerra. En 1949 trataron de revivir el proyecto bajo el nombre de ORCON (ORGANIC CONTROL), pero con el desarrollo de sistemas electrónicos de guía el proyecto fue nuevamente abandonado, esta vez de forma definitiva.

Cabe anotar que no todos los proyectos con animales fallaron, los soviéticos entrenaban perros a los que hacían aguantar hambre por días y luego les ponían la comida debajo de tanques de guerra, de esta forma en el campo de batalla soltaban a los perros con cargas explosivas y estos por instinto se metían debajo de los tanques alemanes y la carga explotaba. Más de 300 tanques Nazis fueron destruidos con estos perro bomba que se rumora, aun existían en el ejército ruso hasta 1996.



PROYECTO HABAKKUK

Una de los constantes dolores de cabeza de los aliados en la segunda guerra mundial eran los U-boats, los submarinos alemanes. Estos debían estar a flote la mayor parte del tiempo y por lo tanto eran susceptibles a los rápidos ataques aéreos pero los aviones de la época no tenían la autonomía de vuelo suficiente para cubrir todo el atlántico por lo que era necesario construir una gran base aérea flotante.

El problema es que, ya avanzada la guerra, la construcción de una mega base aérea flotante de metal, era no solamente técnicamente casi imposible de hacer, sino que además económicamente prohibitiva. También era impráctica porque una base de ese tamaño sería un objetivo fácil y la reparación de los ataques alemanes a la base sería un evento costoso y difícil.

Fue ahí cuando un periodista convertido en inventor llamado Geoffrey Pyke, propuso la construcción de una monumental base aérea hecha de un material muchísimo más fácil de producir que el acero, un material que ya había probado por siglos ser resistente, durable y con la capacidad de hundir barcos que se estrellen con él, el hielo.

La idea inicial era muy sencilla, utilizar un iceberg natural, aplanarle la punta y construir una base aérea allí, pero al poco tiempo se dieron cuenta que la gran mayoría de los icebergs naturales carecían del tamaño apropiado o la estabilidad necesaria. Además, tests preliminares demostraron que el hielo no era un material muy confiable para construir un barco con él porque se derretía y tendía a partirse. El proyecto hubiera sido abandonado en ese punto de no haber sido por Pyke quien se negaba a darse por vencido y de su perseverancia nació el Pykrete.

El pykrete es básicamente hielo revuelto con aserrín, esta combinación es mucho más estable que el hielo solo y en grandes cantidades es tan duro como el hormigón e imposible de hundir, es también en teoría fácilmente reparable gracias a su maleabilidad. La idea de un barco gigante de hielo y aserrín ya no parecía tan loca como al principio y Winston Churchill ordenó construir un prototipo en secreto en un lago de Canadá.

El prototipo pesaba más de 3mil toneladas y requería de varios motores para mantener el barco refrigerado, por desacuerdos con los científicos norteamericanos colaborando con el proyecto, Pyke fue retirado del mismo y se especulaba que el primer Habakkuk podría estar listo para 1945.

A finales de 1944, el proyecto se “enfrió”, las razones fueron varias, Portugal había permitido utilizar las Islas Azores  como bases aéreas facilitando la operación en el Atlántico, el prototipo demostró que un Habakkuk requeriría una gran cantidad de agua, aserrín y acero y sostener la plataforma era mucho más difícil de lo pensado inicialmente. Al mismo tiempo, la autonomía de vuelo de los aviones iba en aumento y los portaviones  eran una solución más sencilla y compacta.

El principio fundamental del Pykrete ha sido probado por varios programas de televisión, incluyendo Mythbusters quienes construyeron un barco hecho de pykrete usando periódicos en vez de aserrín y probaron que si funcionaba, aunque se deterioró relativamente rápido.

El prototipo construido en Canadá demoró más de tres años en derretirse del todo luego de que fue abandonado.


2 comments:

Anonymous said...

Wow no sabia lo de los murcielagos.
Gracias por compartir estas noticias.

JK

Alejandro said...

Falt'o el rotabuggy!!! y una bomba qu conten'ia unas agujas llenas de anthrax..