Nota del
Coleccionista: La Segunda Guerra Mundial, que
cubrió una buena parte del planeta entre 1939 hasta 1945, fue el conflicto
armado más extenso y sangriento de la humanidad. Alrededor de 73 millones de
personas murieron en él a manos del eje liderado por la Alemania Nazi, la Italia Fascista y el imperio Japonés; o a
manos de los aliados liderados por la Unión Soviética de Stalin, la Inglaterra de
Churchill y
posteriormente los Estados Unidos liderados por Franklin D. Roosevelt.
Una de las razones por las que esta guerra fue
especialmente devastadora es porque ocurrió en medio de una revolución tecnológica
que la humanidad no había visto hasta entonces. La revolución industrial ya
había convertido la primera guerra mundial en una guerra de trincheras, e
incluso las armas de destrucción masiva ya habían hecho su aparición en este
conflicto, pero para la segunda guerra ya muchas de estas armas llevaban 30
años más de desarrollo y sus efectos eran mucho más letales.
Ambos lados del conflicto comprendieron
rápidamente que aquel que tuviera la delantera en la tecnología sería el seguro
ganador y por eso ambos lados gastaron sumas enormes de dinero en proyectos
militares con la finalidad de desarrollar el arma perfecta, la que acabaría con
la guerra. No es casualidad pues, que la guerra terminara cuando Estados Unidos
demuestra el poder de las armas nucleares.
Pero para llegar a ese punto, ambos lados del
conflicto dieron luz verde a proyectos verdaderamente teratológicos, ideas
completamente fuera de lo común con resultados relativos. Este es
el primero de dos artículos, uno dedicado a los aliados y el otro al eje, y los
proyectos locos en los que participaron durante la gran guerra, a diferencia de
otros escritos de este blog como “La conspiración Nazi Lunar Antártica
Parte I
y
II” estos son proyectos que están documentados y que de verdad existieron.
Bienvenidos pues a la teratología de la segunda guerra mundial.
‘SANTAS BATI BOMBAS
BATMAN”
Contrario a lo que muchos pensábamos, Batman no
fue el primero en utilizar los mamíferos voladores como armas contra los
enemigos, antes de que Oppenheimer
apareciera con la bomba atómica, el arma secreta de USA para atacar las
ciudades japonesas consistía en un ejército de murciélagos kamikazes.
La idea nació en la cabeza de un odontólogo
llamado Lytle
S. Adams quien era amigo personal de la primera dama de Estados Unidos. Un
día en medio de un coctel le comentó a ella que había estado leyendo sobre la
arquitectura y construcción de las casas japonesas y se había dado cuenta que
eran especialmente susceptibles al fuego, ya que en su mayoría estaban hechas
de papel y madera. El dijo que era posible destruir una ciudad completa si
bombas incendiarias llegaban a cada casa. El problema era dirigir estas bombas.
La respuesta, según él estaba en la naturaleza,
los murciélagos tienen ciertas características especiales que se podían
aprovechar, primero son capaces de volar levantando aun mas de su propio peso
(madres normalmente cargan a sus hijos durante vuelos), también se reproducen
rápidamente y su consumo de alimentos es limitado, pero más importante, los
murciélagos son animales nocturnos y buscan refugio dentro de los edificios
cuando empieza a salir el sol. El
proyecto entonces era muy sencillo, pegar unas pequeñas bombas de Napalm a
cientos de miles de murciélagos, meterlos todos dentro de un conteiner y lanzar
el conteiner desde un bombardero haciendo que este se abra a cierta altura
liberando los murciélagos justo antes del amanecer. De esta forma los murciélagos al sentir el
amanecer cerca empezarán a buscar
refugios en los distintos edificios y casas de la ciudad llevando las bombas
incendiarias que se detonarán después de cierto tiempo.
El proyecto llegó a oídos del presidente quien
le pidió a Adams pasarlo por escrito. El proyecto fue aprobado y asignado a la Fuerza Aérea del Army (aun no funcionaba como una rama de las fuerzas armadas independiente) quien trasladó un grupo de biólogos, físicos e ingenieros a la
base aérea de Carlsbad,
Nuevo México. El proyecto fue tomado
tan en serio, que las pequeñas bombas de Napalm fueron diseñadas por la persona
que inventó el uso militar del Napalm, Luis Fesier. Para marzo de 1943 ya la especie de
murciélago que se iba a utilizar se había escogido, el murciélago cola de
ratón, y los primeros experimentos eran ya ejecutados.
En Mayo 15 de 1943, un grupo de estos pequeños
kamikazes escaparon del laboratorio y fueron a esconderse debajo de un tanque
de combustible creando una explosión que destruyó parte de la base, este
accidente detuvo el avance del proyecto pero por otro lado probó que si podría
funcionar. El proyecto fue reasignado al Navy y sus operaciones se movieron a
California. En 1944, el sistema se probó en la Villa Japonesa, una réplica de
un pueblo japonés construido en el desierto de Utah. Las pruebas al parecer
fueron satisfactorias.
Pese a los logros el proyecto fue archivado por
que se calculaba que solo estaría listo para usarse a finales de 1945, pero ya
para esa época, la bomba atómica se convirtió en el proyecto principal que
requería toda la atención. Aun hay unos que piensan, que los pequeños kamikazes
hubieran podido acabar la guerra con mucha menos pérdida de vidas.
EL GRAN PANJANDRUM
La fuerza Naval de la gran Bretaña tenía un
grupo especializado en desarrollar nuevas armas, algunas de ellas exitosas, otras
con resultados variables, pero pocas sobresalen por ser locas y hasta ridículas
como el gran Panjandrum.
El problema era el siguiente, la Gran Bretaña
quería desarrollar un arma capaz de penetrar el muro del atlántico, una serie
de fortificaciones desde noruega hasta España que protegían la costa de una
invasión inglesa. Se necesitaba un arma capaz de crear un hueco en el muro tan
grande que permitiera la entrada de tanques de guerra desde la costa.
A alguien se le ocurrió una solución propia del
coyote y el correcaminos, un carrete de los que se usan para enrollar cable
sirvió como inspiración, pues el gran Panjandrum no era más que un carrete
gigante con llantas de madera, impulsado por unos cohetes y cuyo tambor
interior iba cargado de explosivos.
Con solo ver la foto de semejante aparato puede
uno apreciar que no era la mata de la estabilidad, en más de una ocasión uno de
los cohetes salía a volar haciendo que el tambor girara en direcciones
erráticas y el Gran Panjandrum terminaba
en un sitio completamente diferente al supuesto.
Las cosas se complicaron más cuando se hicieron
las primeras pruebas en la playa pues la presencia de público civil que se
quedaba a mirar a pesar de las advertencias incrementaba el riesgo de
accidentes del proyecto. Después de intentar poniendo una tercera rueda
estabilizadora y una serie de cables para mantener el aparato en curso, el
proyecto fue cancelado cuando la última prueba del Gran Panjandrum terminó en
oficiales y civiles corriendo por sus vidas huyendo de cohetes volando en todas
direcciones y un carrete cargado de
explosivos dirigiéndose erráticamente hacia el mar y explotando frente a las
costas de Gran Bretaña.
Algunos afirman que el proyecto en realidad era
un engaño y hacía parte de un proyecto para hacerle creer a los alemanes que Inglaterra
quería invadir el continente en Calais donde
las fortificaciones eran más fuertes pero la ruta para llegar era más corta, en
vez de Normandía donde las fortificaciones eran de menor tamaño. Sea como sea,
el proyecto pasará a la historia por su alto grado de hilaridad. Recientemente
conmemorando los 65 años del fin de la guerra, un nuevo Gran Panjandrum cargado
de pólvora fue lanzado
EL PROYECTO ORCON
Este proyecto, llamado inicialmente el proyecto
Paloma, es muy parecido al proyecto de
las bati bombas, pero el sistema que utilizaba era fundamentalmente diferente,
por esa razón merece un espacio en sí mismo. La idea parte básicamente del
mismo problema de las bati bombas, la necesidad de dirigir los explosivos a
ciertos objetivos y así evitar el desperdicio de explosivos (80% de los
explosivos utilizados en la segunda guerra fueron desperdiciados en terrenos
donde no había objetivo alguno. Uno de
los psicólogos más influyentes del siglo 20, B. F. Skinner , vino al rescate con una ingeniosa idea,
utilizar palomas como sistema guía de misiles.
A
diferencia de las bati bombas, esta vez las palomas no llevarían mini misiles
en las patas, sino que más bien actuarían como los pilotos de los misiles. Entrenadas para picotear un objetivo en una
pantalla, se les encerraría dentro del misil en un pequeño compartimento con
una pantalla táctil mostrando hacia dónde va el misil y el objetivo en la
pantalla, dependiendo de donde picotee la paloma un circuito electrónico
compensaría para tratar de acomodar el objetivo en el centro de la pantalla y
así dirigir el misil. Para mayor seguridad y redundancia cada misil usaría tres
palomas para hacer la información más acertada y compensar en caso de que una
de las palomas picoteara equivocadamente.
Las palomas eran entrenadas en condiciones
estresantes de guerra, acostumbradas al sonido a las altas gravedades y la
presión, eran palomas sazonadas ya en el arte del combate y tenían la
determinación de un kamikaze japonés sin familia a quien compensar por la
pérdida.
¿Qué salió mal?, en realidad nada salió mal,
las pruebas que hizo Skinner fueron en su gran mayoría exitosa y él siempre se
quejó de que la única razón por la que el proyecto nunca fue implementado fue
porque muy pocos lo tomaron en serio. El
sistema parecía funcionar y era a prueba
de cualquier método de bloqueo del sistema guía, pero tenía un problema, ¡era
un verriondo pájaro manejando un misil!
En realidad sí tenía ciertas objeciones el
proyecto, en primer lugar al usar un sistema óptico de guía era necesario
lanzar el misil desde una posición cercana al objetivo y de día, también
algunos citaban el tiempo que se necesitaba para entrenar las palomas como un
tiempo prohibitivo en época de guerra. En 1949 trataron de revivir el proyecto
bajo el nombre de ORCON (ORGANIC CONTROL), pero con el desarrollo de sistemas electrónicos
de guía el proyecto fue nuevamente abandonado, esta vez de forma definitiva.
Cabe anotar que no todos los proyectos con
animales fallaron, los soviéticos entrenaban perros a los que hacían aguantar
hambre por días y luego les ponían la comida debajo de tanques de guerra, de
esta forma en el campo de batalla soltaban a los perros con cargas explosivas y
estos por instinto se metían debajo de los tanques alemanes y la carga
explotaba. Más de 300 tanques Nazis fueron destruidos con estos perro bomba que
se rumora, aun existían en el ejército ruso hasta 1996.
PROYECTO HABAKKUK
Una de los constantes dolores de cabeza de los
aliados en la segunda guerra mundial eran los U-boats, los submarinos alemanes.
Estos debían estar a flote la mayor parte del tiempo y por lo tanto eran susceptibles
a los rápidos ataques aéreos pero los aviones de la época no tenían la autonomía
de vuelo suficiente para cubrir todo el atlántico por lo que era necesario
construir una gran base aérea flotante.
El problema es que, ya avanzada la guerra, la
construcción de una mega base aérea flotante de metal, era no solamente
técnicamente casi imposible de hacer, sino que además económicamente
prohibitiva. También era impráctica porque una base de ese tamaño sería un
objetivo fácil y la reparación de los ataques alemanes a la base sería un
evento costoso y difícil.
Fue ahí cuando un periodista convertido en
inventor llamado Geoffrey
Pyke, propuso la
construcción de una monumental base aérea hecha de un material muchísimo más
fácil de producir que el acero, un material que ya había probado por siglos ser
resistente, durable y con la capacidad de hundir barcos que se estrellen con él,
el hielo.
La idea inicial era muy sencilla, utilizar un
iceberg natural, aplanarle la punta y construir una base aérea allí, pero al
poco tiempo se dieron cuenta que la gran mayoría de los icebergs naturales
carecían del tamaño apropiado o la estabilidad necesaria. Además, tests
preliminares demostraron que el hielo no era un material muy confiable para
construir un barco con él porque se derretía y tendía a partirse. El proyecto
hubiera sido abandonado en ese punto de no haber sido por Pyke quien se negaba
a darse por vencido y de su perseverancia nació el Pykrete.
El pykrete es básicamente hielo revuelto con
aserrín, esta combinación es mucho más estable que el hielo solo y en grandes
cantidades es tan duro como el hormigón e imposible de hundir, es también en
teoría fácilmente reparable gracias a su maleabilidad. La idea de un barco gigante
de hielo y aserrín ya no parecía tan loca como al principio y Winston Churchill
ordenó construir un prototipo en secreto en un lago de Canadá.
El prototipo pesaba más de 3mil toneladas y
requería de varios motores para mantener el barco refrigerado, por desacuerdos
con los científicos norteamericanos colaborando con el proyecto, Pyke fue
retirado del mismo y se especulaba que el primer Habakkuk podría estar listo para
1945.
A finales de 1944, el proyecto se “enfrió”, las
razones fueron varias, Portugal había permitido utilizar las Islas Azores como bases aéreas facilitando la operación en
el Atlántico, el prototipo demostró que un Habakkuk requeriría una gran
cantidad de agua, aserrín y acero y sostener la plataforma era mucho más difícil
de lo pensado inicialmente. Al mismo tiempo, la autonomía de vuelo de los
aviones iba en aumento y los portaviones
eran una solución más sencilla y compacta.
El principio fundamental del Pykrete ha sido
probado por varios programas de televisión, incluyendo Mythbusters quienes
construyeron un barco hecho de pykrete usando periódicos en vez de aserrín y
probaron que si funcionaba, aunque se deterioró relativamente rápido.
El prototipo construido en Canadá demoró más de
tres años en derretirse del todo luego de que fue abandonado.
2 comments:
Wow no sabia lo de los murcielagos.
Gracias por compartir estas noticias.
JK
Falt'o el rotabuggy!!! y una bomba qu conten'ia unas agujas llenas de anthrax..
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